¿Y si no es la mejor opción?
Insistimos mucho en nuestros artículos en la necesidad de dominar el inglés, de que haya consciencia de esta variable en la empleabilidad. Es cierto que hay un alto número de jóvenes que buscan soluciones para adquirir las destrezas y conocimientos requeridos, animados por sus familiares y profesores, pero, ¿y si esas soluciones no fuesen siempre las más acertadas? Un ejemplo de ello es el famoso gap year o año sabático, un paréntesis de tiempo en la formación profesional de la persona en el que se realiza una estancia en un país de habla anglosajona con la intención de aprender inglés.
Este tipo de estancias son algo común. Sin embargo, volvemos a plantear la pregunta, ¿es realmente la mejor opción para aprender inglés? Existen dos grandes argumentos que ponen en duda que un gap year sea una solución eficaz para el problema del inglés. El primero de ellos es que el inglés requerido en el mundo laboral es mayor que el conversacional y mucho más formal, se requiere un grado de dominio que no se adquiere en un gap year por mucho que si se alcance fluidez y se aprenda vocabulario. Estas ocupaciones temporales, más que ayudar, alejan de la trayectoria profesional y perjudican la forja del carácter de trabajo y disciplina requerido al joven profesional, por lo que podría llegar a ir en detrimento de la persona.
Cuando un joven decide hacer un gap year en el extranjero, suele acudir a argumentos tales como que va a mejorar su dominio lingüístico y a potenciar su capacidad intelectual para mejorar sus posibilidades de empleo y a aumentar su confianza. En el discurso generado a favor de este tipo de estancias en el extranjero se incluye, además, la defensa de la completa inmersión en la cultura y de la adaptación al mundo global. Sin embargo, hay que tener en cuenta que precisamente por tratarse de un mundo hiperconectado la inmersión no necesariamente es tan completa como dice ser. Las redes sociales y los medios de comunicación seguirán introduciendo comunicación en el idioma nativo, del mismo modo que podrían introducir el inglés en el lugar de origen para aprender el nivel que se aprende en un gap year. Porque, sobre todo, el inglés que se aprende sirviendo mesas, cuidando niños, saliendo de fiesta o haciendo turismo dista mucho del que se emplea en una conferencia, en una rueda de prensa, en la presentación de un proyecto o en la negociación de un acuerdo. Se podría decir que ni siquiera servirá para el café en el descanso, porque la jerga o el lenguaje cotidiano restará profesionalidad al empleado.
El segundo argumento a desarrollar es que un gap year implica una temporada prolongada sin una rutina intelectual de trabajo, disciplina y esfuerzo mental que perjudicará el ritmo y hábitos adquiridos en la etapa de estudios, y que requerirá la vida profesional. Se suele refutar esto con el argumento de que un descanso como el que ofrece un año sabático mejora el rendimiento y ayuda a encontrar la trayectoria profesional, a empezar los estudios renovado, centrado y cargado de motivación. Pero, ¿no tienen esa función las vacaciones y los fines de semana? Ser capaz de encontrar momentos de descanso en la rutina es parte de esa capacidad de trabajo adquirida que se perdería. Respecto al argumento de tener tiempo para encontrar la vocación profesional, es cierto que no siempre es fácil escoger. Pero mejor es comenzar unos estudios o un empleo poco acertados y rectificar que no hacer nada por miedo a no acertar, porque ese periodo de tiempo nunca caerá en saco roto en la carrera profesional.
Más que animar a tomar un paréntesis de un año, se debería ayudar desde las instituciones educativas y desde las familias a orientar el futuro, se debería fomentar el diálogo con diferentes profesionales, dar a conocer las diferentes ramas y ámbitos, animar a los jóvenes a investigar y preguntar. Más que ofrecer una formación lingüística vaga, se debería fomentar el aprendizaje del inglés desde edades tempranas, ofrecer una formación completa y adecuada, y plantear alternativas al gap year, ya que lo comúnmente aceptado no tiene por qué ser lo más beneficioso.
¿Qué opinión tiene acerca del gap year o año sabático?
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